Según el Instituto Nacional de Defensa Civil
(Indeci), las zonas más vulnerables en la capital se ubican en Carabayllo,
Comas, San Juan de Lurigancho, Villa El Salvador, Ate y La Molina. La población
en estos distritos corre riesgo debido a que las viviendas se erigen sobre
suelos blandos que pueden amplificar las ondas sísmicas y provocar derrumbes.
Los especialistas del Indeci señalan que las
viviendas en el Cercado de Lima, El Rímac y Villa María del Triunfo también
corren riesgo de colapsar debido a su antigüedad y porque están hechas con
materiales precarios y sin normas técnicas.
El geólogo Patricio Valderrama explicó a Canal
N, que pese a que el tipo de suelo de Lima, por su origen fluvial, es más
fuerte que el de la Ciudad de México en donde ayer se suscitó un sismo de 7,1
grados, la capital continua en riesgo debido a que hace 270 años se acumula
energía sísmica frente a las costas.
Según Valderrama, este silencio sísmico es una
alerta de la posible ocurrencia de un terremoto de 8,5 a 8,7 grados en Lima.
Hay 500 mil viviendas ubicadas en las laderas
de los cerros. En ellas viven, 2.5 millones de persona, estas viviendas podrían
resistir si fueron construidas con un muro de contención.
Las viviendas precarias en Lima son un gran
problema, en el cercado del callao hay 15.497, en Chorrillos, 10.167 y el
centro histórico del Rímac 9.554.
Por otro lado, el número más alto de viviendas
precarias es el cercado de Lima, por esto dividí el porcentaje en pertenencia y
ubicación de estas. Son 16.584 las viviendas precarias en riesgo de colapso y
en estas viven 60.305 habitantes en riesgo latente.
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